martes, 12 de noviembre de 2013

No yo.

Este texto puede considerarse como algo dedicado a alguien muy especial. Lo escribí porque simplemente creo que sin él yo sería nada. Espero les guste...


No yo.

No estoy segura de cuándo pasó, o de cuándo lo dejé pasar. Pero mejor, permíteme contarte una historia, una que quizás te suene familiar. 

Bastaría decir que si esto último fuese acertado, entonces parte de mi se sentiría menos patética. Pero la simple opción de que no te sientas receptor de mis palabras, me ponen en esta posición de estupidez y tal vez incluso de alivio. 
Entonces estaba diciéndote que no sé muy bien cómo, cuándo, ni dónde.

Poner fechas es tan importante hoy en día, pero yo simplemente no puedo precisarlo. Llámalo despiste o como mejor te suene, al caso ya me parece irrelevante. 
Sabes de la gran mayoría de mis manías, incluso apostaría que las conoces mejor que yo misma. Pues miras y observas, analizas y juzgas con una precisión que a veces asusta. Un rasgo que hasta me despierta algo de envidia, envidia sana si sirve de algo la aclaración. 
Así que una vez casi sin que nadie lo notara, te volviste indispensable. En realidad nadie lo notó, pero ¿qué importa el resto? A veces importa cuando no se les puede explicar lo que eres y representas. Porque es imposible hablar de ti y hacerte justicia. 
¡Pero oye! No malinterpretes las cosas, esto no es una confesión de amor, no es una confesión de nada. Solo palabras, porque eso eres y siempre serás. 

Hoy te invento de una forma radical, hoy te hago aquello por lo que el mundo suspiraría anhelante. 

¿De qué color serán tus ojos? ¿Tu cabello? ¿Tu piel? ¿Te portarás amable? ¿Te importaría no serlo? 
Te amarían a pesar de todo, tanto como yo te empiezo a adorar. Serías inevitable ¡Qué digo! Serías insaciable, intocable, serías... Y eso ya sería suficiente para cualquiera.
Me tiemblan las manos con solo pensarte, los dedos se me crispan suplicando algún sitio en donde plasmarte. Desbordas de mi mente, te cuelas en mis sueños, te vuelves primordial. 
Así de mucho significas. ¡Y no! No tengo idea cuándo ocurrió esto, ni tampoco cuándo te volviste más importante que mi propia vida.  Darle forma a la tuya, le ha conferido un nuevo sentido a mi existencia. De hecho le ha dado el sentido que hasta el momento veía nublado y sin un destino aparente. 
Adoro tu inteligencia, tu perspicacia y tus mil formas de salir bien parado en una discusión. Podría pasar lo que me restara de horas en este mundo, simplemente contando tus anécdotas.
¿Patético? Por supuesto, ya no me cabe dudas de ello, pero así lo prefiero. Y no me taches de egocéntrica, pues es lo hermoso de lo nuestro.  Tú eres único, tú te inventas en cada letra, tú naces, tú vives y tú nunca mueres.  Tú no eres yo, tú eres lo que el mundo quiera que seas. Pero eres mío, eternamente mío.
Mi personaje, mi hijo, mi creación...pero nunca yo.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Liebster Award

Hola todos, ha pasado un tiempo desde la última vez que actualicé el blog. Pero en fin, a pedido de mi fanático número uno, el cual me nominó para este premio (tan lindo él xD) Vamos a sacar un poco tierra de este lugar ¿no? 
Veamos... reglas de este premio; mencionar quien te nomino. Este sería mi buen amigo Ignacio German. Tengo que seguirlo, ya lo hago. Y... responder sus once preguntas, lo que me dispongo a hacer ahora.



1.- ¿Qué te llevó a crear el blog?
Allá por los años 20… xDDD Nah, bueno, antes tenía un blog de series y películas. Me gustaba todo eso, pero era demasiado trabajo y entre mis seguidores de ese blog, había una chica que también tenía uno. Ella posteaba historias en su blog, muchas veces me detenía a leerla y pensé, ¿si ella puede por qué yo no? Y ahí está la historia del blog xDD

2.- ¿Se van cumpliendo las expectativas que tenías al crearlo?
No tenía grandes expectativas, sólo quería compartir algunos textos y no sé, conocer gente que le gustara leer y escribir. El blog sólo fue otro medio para ese fin, porque utilicé otras redes para contactarme con gente como ¿yo? xDDD Y sí, supongo que cumple su cometido.

3.- ¿Podrías tener un solo libro como tu favorito?
No, lo mío es por temporadas. Siempre digo, uff este libro es mi favorito, hasta que llega otro y lo desbanca.

4.- ¿Y una película?
Tampoco, me encanta ver películas y tengo muchas favoritas. Pero como pasa con los libros, siempre puede llegar algo aún más fascinante.

5.- Además de la literatura, ¿alguna otra afición?
Me gusta dibujar, siempre me gustó el arte y las cosas antiguas. También tengo esta cuestión de coleccionar casi todo lo coleccionable, mi mamá me dice que me gusta acumular basura. Pero para mí tiene otro significado. xD

6.- ¿Alguna manía que tengas a la hora de ir a escribir?
Me tengo que poner los audífonos, aunque no sirve para bloquear los ruidos de afuera y aunque no escuche música. Me los pongo, porque me hace sentir aislada del entorno y puedo escribir con más soltura.

7.- ¿Forma de salvar el temido "bloqueo" a la hora de escribir?
Mirar películas, leer tanto libro toque tus manos y simplemente pensarte un neófito en el tema de escritura. Cuando pienso que nunca escribí y que estoy investigando nuevamente el mundo de la literatura—buscando musas algunos dirán—siento que puedo liberarme de los bloqueos.

8.- Tres autores que recomendarías a cualquiera.
Siempre que me preguntan esto me matan, las pocas veces que recomendé algo fueron libros que justo tenía en las manos. Benedetti, Bucay y John Green (porque simplemente estoy tonta con su último libro)

9.- ¿Puede ser la literatura una forma cobarde de evasión de la realidad?
Totalmente y no solo para que el escribe, sino también para el que lee. ¿Cobarde? Bueno, esa parte es discutible. Supongo que la literatura tiene que existir, desde siempre la gente necesitó de una evasión de la realidad. Vivir en este mundo agobia a cualquiera, ¿qué tan cobarde es querer hacerlo más ameno a través de la literatura?

10.- ¿Publicitas tu blog en redes sociales?
No, me da pena que la gente me lea xDDDD

11.- Y esta pregunta la dejo para decir cualquier cosa que motive a visitar tu blog.
No sé, la verdad es que improviso un poco con lo que escribo acá. Este blog es mi escape de la realidad (en parte), así que dejo la puerta abierta para cualquiera que quiera escaparse conmigo.

Eso sería todo, no voy a nominar a nadie porque así soy yo. Además ya nominaron a los que conozco xDDDD

Tammy


viernes, 5 de julio de 2013

Odio

Mmmm nada, soy disfuncional y escribo muchas cosas raras... aquí un ejemplo xD

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Tiempo, bastante tiempo ha pasado en que no me encontraba tan distraída de todo, abstraída, distante… no lo sé, ¿importa acaso?
Lo peor.
Lo peor es que lo ves, pero no lo notas o lo notas pero no te interesa. ¿Por qué habría de interesarte? Me ha quedado claro el lugar que ocupo en tu vida y éste es insignificante, cuando mucho se puede llamar lugar. Alguien con mayor tino le diría esquina y estaría siendo justo; esquina, espacio, pequeño trecho al que nadie quiere acercarse.
¿Me coloqué allí? ¿Me colocaste?
Ya no recuerdo en qué punto del camino, tú comenzaste a empujarme. No haciéndome a un lado, si no poniéndome atrás. Eso es mucho peor, quedarse atrás es como ser aquello que no va a volverse a repetir, ese “error” del pasado que con vehemencia se quiere olvidar. Esa cosa que uno apunta en su mente, como el tropiezo estúpido de andar con los ojos cegados.
Me conformaría saber que fui al menos algo que le dio forma a tu negación, vaya, no lo sé. Espero creer que allí radica todo ese desamor, tu odio, tu necesidad tan arraigada de “tú” y nada de yo.
Pero, ¿por qué justifico mis propios pensamientos? Me gustaría una vez en la vida, decir que estoy orgullosa de lo que creo y mantenerlo.
Cobardía.
Eso es lo siento, no temo odiarte… pero prefiero hacerlo en silencio. Hasta allí llega mi entendimiento, no sé por qué no hacerlo por completo. ¿Qué pierdes cuando todo está perdido? ¿Qué cambiaría si te digo que te odio? ¿Me odiarías acaso más? ¿Es esto una rencilla para ver quién lo soporta por más tiempo?
Sabes que me doy por vencida con facilidad, creo que me adivinaste al primer intento en que quisiste conocerme un poco. Y seguramente fue algo sin verdadera intención, se dio y me atrapaste.
No soy buena pretendiendo, pero pretender que te soporto parece un acto grabado a piedra en mi rostro. El número central de una escena que tú y yo llevamos largo tiempo interpretando. Entonces, ¿para qué variar? Espero que mueras sufriendo, espero que te duela el más allá y… no lo espero también.
Porque es extraño.
Extraño ese maldito modo de amar, donde me odias sin medidas y me admiras en soledad. Esperas algo de mí que ya no sé si pueda lograr, quizás no quiera… quizás.

Entonces aguardemos por ese momento en que nos miremos rendidas de tanto luchar. En donde por fin admitamos que esta guerra, la gana la primera que aprenda a perdonar. Pero ten cuidado que tal vez me canse antes de lo pensado y acabe definitivamente, con este único “bien” que me has heredado.   

Inicio

Texto escrito un sábado por la noche... donde salen las cosas más locas.

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Inicio.

Inicialmente tenemos que mostrarnos indiferentes, ya sabes porque es mejor que no se diga mucho desde el principio. Supongo que es un temor que la mayoría puede compartir; gastar todo el buen material antes de llegar a lo interesante es un problema muy común hoy en día.
Bueno, inicialmente eso hasta suena coherente.
Ya pasado un tiempo, puedes ponerte más profundo en ciertas cuestiones. Pero no desde el comienzo. El comienzo debe ser pulcro, no tiene que ser muy cargado y sobre todo no debe aburrir.
No sé tú, pero yo me aburro con facilidad. No, no, decir que me aburro sería subestimar aquello, lo que a mí me pasa es más falta de atención que aburrimiento. O sea en la escuela también me faltaba la atención con frecuencia, aunque los profesores me preguntaran: ¿La estoy aburriendo?—cosa que sonaba plausible—la triste realidad es que no lograba prestarles atención.
Pero me vale, ¿qué importa eso ahora? La escuela ya quedó bastante atrás, también ese inicio para el caso. Tengo recuerdos vagos de lo que era iniciar un nuevo año escolar, la verdad, la verdad no me fastidiaban tanto como se esperaría en un niño. No me malinterpretes, la escuela no me gustaba, tampoco me gustaba levantarme temprano. Pero una vez más, eso no importa en lo absoluto.
El tema de esto era hablar de los inicios, ¿recuerdas? Inicié con un “inicialmente” eso da a entender que voy a desarrollar una idea al respecto de eso. Y ese es el plan, pero si estás de impaciente entonces lárgate. Yo no voy a hacer las cosas a tu modo, me gusta divagar.
Entonces decía que inicialmente las cosas deben tomarse con calma, para no aburrir, para no abrumar, para no… ¡Espera! ¿Cómo diantres aburres a alguien y al mismo tiempo lo abrumas? O sea las palabras no son compatibles en sí mismas, no puedes aburrir a alguien si lo estas abrumando. Lo estas llenando de información y yo considero que una buena forma de no aburrir, es hablando. Pero entonces lo estas abrumando y lo abrumas aburriéndolo. Porque si la conversación es aburrida, no importa cuanta información pongas seguirá siendo del mismo modo.
Lo mejor sería callar, pero si te callas la otra persona antes abrumada comenzara a aburrirse. O peor aún, pensara que él te esta aburriendo a ti.
No habla, ¿por qué no me habla? ¿habré dicho algo malo? ¿tendré mal aliento? ¿apagué la estufa antes de salir de casa?
Vale, quizás esa última no tanto. Aunque uno no suele controlar la dirección de las divagaciones. Como la típica de la estufa o la de la plancha, también está esa de si le eché llave a la puerta.
Esas son divagaciones que interrumpen en la mejor parte de un buen pensamiento, el ejemplo está más que obvio. Ya puedes ver que aquí parece que estoy pensando y al mismo tiempo estoy nombrando todas esas ideas, porque muy en lo profundo de mi subconsciente estoy a nada de salir a checar la puerta.  
Puedes estar tranquilo, la cerré.

Y volviendo al punto inicial del inicio, en donde hablaba de tomarse las cosas con calma. Puedes notar que tomarse las cosas con calma tiene su recompensa, has llegado a este punto de la lectura esperando mi explicación. ¿Eso qué dice de ti? Dice que eres alguien que sabe disfrutar de los inicios, dice que eres alguien que respeta los ritmos de los demás. ¿Y sabes qué dice también?
Dice que no eres muy listo, porque has desperdiciado no sé cuantos minutos en intentar obtener algo de mí. Y ya ves, no te he dicho absolutamente nada. Se nota que te gusta perder el tiempo, lamento haber jugado contigo. Pero es que inicialmente ese era el plan y si terminas mandándome al diablo, ¿sabes qué dice eso de ti? Que no tienes ni puto sentido del humor, pero ¿sabes qué dice de mí? Que realmente debería encontrar cosas mejores que hacer un sábado en la noche.

El Paraíso.

Este es de mis textos perturbados que salen de tanto en tanto... xDD

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El paraíso.

¡No llores! ¿Acaso eso te sirvió las veces anteriores?
¡Soporta! Lo sé y lo sabes, mientras menos lo pienses más rápido se acabara.
Cierra los ojos, cierra la boca, cierra… ¡maldición cierra todo! ¿Puedes cerrar el alma? ¿Esa parte se bloquea de alguna forma?
Sé que la mente puede bloquearse con algún método de concentración, lo hemos visto en la televisión, ¿recuerdas? Había hombres que podían secar ropa con el calor de su cuerpo, sólo debían concentrarse en hacerlo. Si ellos pudieron, ¿por qué tú no? Debes abstraer tu mente, separarla de tu cuerpo o algo por el estilo. No recuerdo muy bien como iba la cosa, pero tú seguramente sí. Deberías haberle puesto atención, sabiendo que algo así podría serte útil en un momento como este. Es decir, tu vida de mierda debe haberte dejado mínimamente una lección. Tú mejor que nadie sabes que esto se repite en todas las ocasiones, a veces no con tanta fuerza, a veces con más fuerza de la que estás dispuesta  a soportar.
Aunque eres bien débil, no soportas mucho, si es que te interesa saberlo. He visto otras que no lloriquean tanto como tú, que saben manejar los métodos de concentración. Bien, bien… no es tu culpa, voy a concederte eso. Digamos que fue culpa de la situación, es genial siempre poder culpar a la situación.
La situación me llevó a este lugar, la situación me dejó sin dinero, la situación me convirtió en un desecho de la sociedad. La situación, la situación, la situación. ¿Por qué no? Quizás tengas razón en eso.
A mí la situación me ha llevado por lugares bastante inhóspitos. El simple hecho de que tú estés aquí y yo mirándote lo dice todo. Mi situación sin duda alguna, ha sido mejor que la tuya. No creas que no la tuve difícil, no pienses que un día abrí los ojos y decidí ser lo que soy. Supongo que en tu caso es lo mismo, digo no todos piensan arruinar su vida y caer lo más bajo posible. Dudo que uno siendo pequeño se ponga esa clase de metas. Quizás un niño bastante perturbado, pero incluso entonces buscaría ser policía a ser lo que tú eres.
¡Espera! No me estoy riendo de ti, no te estoy desmereciendo. Pienso que hay que tener agallas para ser tú, y quizás tener baja autoestima.
Sí, sin duda tener baja autoestima debe ser una condición. Las personas que se quieren a sí mismas, no se andan por estos lugares ¿verdad?
¿Qué tú te quieres? ¿En serio? ¡No lo habría creído!
En verdad, esto me deja anonadado. Digo, sí eres muy bonita, nadie dudaría eso. Pero de ahí a quererte, puf hay un gran trecho.
Insisto, no me estoy riendo de ti. Aunque no niegues que la idea es mortalmente hilarante, mírate donde estás, ahora mírame a mí. ¿Notas la diferencia? ¿Ves quién está en la cima y quién en la ruina? Claro, por supuesto que lo ves. No eres tonta, esa es una de tus cualidades más interesantes. Contigo se puede discutir mientras… ¡Wou! ¡Quieta!
Eso no era necesario, realmente no te comprendo. Querías esto, me lo rogaste. ¿No me lo rogaste? Mierda, quizás escuché una conversación diferente o quizás simplemente no tenía ganas de escucharte. Digo, ¿por qué iba a escucharte? ¿qué diablos podrías decirme de importante? ¡Tú! La mujer que se quiere.
Vaya, creo que nunca me había divertido tanto como hoy. Mira que me sales con cada cosa, que hasta me has dado ganas de…
No me hagas mucho caso, a eso llegaremos en breve. Ahora estoy pensando en la otra cuestión… ¿me lo pediste o no? Ya no lo recuerdo. Bien, quizás yo te lo pedí a ti, eso tiene mayor sentido ¿no?  
Es que cuando te vi, no pude evitar acercarme. Me fascinaron tus ojos, ¿qué pensabas que iba a decir? Soy un poco romántico, puedo decirte que tus ojos son cautivadores. No que tu escote no haya captado mi atención, para ser sincero eso ocurrió exactamente dos segundos después de que viera tus ojos. Pero puedes estar segura de que los vi y me impactaron. Luego vi tus pechos y… madre eso me dejaron medio turbado. Ni hablar del resto de tu cuerpo, eres esculturalmente hermosa. En ese caso comprendo que te quieras, pero no sé si tu querer es apropiado.
Digo, si te quisieras realmente no me habrías aceptado ¿verdad? No me habrías llevado a tu cuarto y ciertamente no te me habrías entregado de la forma en que lo hiciste. No era necesario que me desplegaras ninguno de tus encantos, es más si te quedabas con toda la ropa puesta, aun así te habría adorado. No es lo que haces con tus labios, ni siquiera las maravillas que escondes entre tus piernas lo que me tiene así.
Creo que comprendo mejor la situación, sí, tu situación. Veo porque haces esto, lo veo ahora que estoy a tu lado. Tu cuerpo no fue hecho para estar oculto o restringido a un solo hombre, en serio lo entiendo. Debes compartir tu belleza con el resto de los mortales, cada centímetro de tu piel fue hecho para recibir caricias. Puedo asegurar que este fue tu propósito al haber nacido, eres la encargada de darle un poco de sentido a la vida insulsa de quien se detiene en tu sector.  Lo que haces, lo que das, lo que recibes. Oh, mi Dios… y solo por un módico precio uno consigue la llave a tu cielo. Y lo único que tienes que hacer es a abrirte a cada visitante, bastante simple tu labor.  
¿Qué? ¿No te gusta la palabra abrirte? No me tomes el pelo, si es exactamente eso lo que haces. Muy al estilo de las putas de los callejones, llevas la falda corta y nada debajo. Cuestión de hacer el negocio rápido y de ser posible en el mismo lugar. Trasportarse con un individuo requiere un cargo extra, aunque bastante justo a mi parecer.  
Imagínate que no hicieras esto, imagínate que no te hubiese encontrado en aquella esquina, que no hubiese detenido mi carro y que no hubiese visto esos ojos. ¿Puedes imaginarlo? Yo no, maldición sería horrible. No podría probarte, ni degustarte a mis anchas. Peor aún, no tendría mi bocado de paraíso.
¿Podrías por favor quedarte quieta? Estoy intentando algo aquí y si no quieres salir lastimada, lo mejor sería que no te agitaras como un pez lejos de su pecera. Eres encantadora, ahí toda indefensa, tratando de escapar de mí. Lo haces mucho más interesante ¿sabes? Mientras más hullas de mí, más ganas me darán de atraparte. Este es el juego, tú tienes el rol de esclava y entre tus deberes se encuentra el adorarme, respetarme y por sobre todas las cosas: ¡No contradecirme!
¡No llores! ¿Acaso eso te sirvió las veces anteriores? Ya estuvimos en este lugar, ya sabes lo que quiero de ti. Ah… ¿qué no eras tú? Vaya, yo y mi maldita memoria. Por supuesto que no eras tú, porque todas ustedes son distintas, aunque para mí eres tan putamente hermosa como la anterior. Sí, dije putamente, como que la palabra pega a la perfección ¿cierto?
¡Basta de charlas! Y córtala con las lágrimas de una condenada vez, deja de pedirme por favor. Eso jamás funciona, te lo aseguro.
“¡Por favor detente! ¡Por favor no puedo respirar! ¡Por favor, por favor…!” Y luego se quejan, cuando digo que son todas iguales.

¡He dicho que no llores! Pues debes saber que eso tampoco les sirvió a las anteriores. Nadie va a venir en tu rescate, a nadie le importa un bledo si estás o no estás. Siempre aparece una nueva para ocupar la báncate, así que por eso no te tienes que preocupar.
Además recuerda que he pagado por la noche completa y hoy mi dulce muñeca, puedo prometerte con honestidad que no seré el único en alcanzar el paraíso.   



Hablando de ti.

Bueno para no dejar esto sin actualizar por tanto rato y como últimamente no estoy leyendo nada a causa de mis ojos quejumbrosos, voy a dejar algunos textos cortos míos para el que tenga ganas de leer. Acá va el primero, espero les guste.
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Hey, tú ¿me escuchas ahí?
Espero no estar importunando, solo quería dirigirte algunas palabras. Me dijeron que en las conversaciones siempre echo las cosas a perder, así que opté por un monólogo.
No sé exactamente como empezar, por lo que pienso disculparme de antemano. Sí, ya sé… la siempre indecisa de tu amiga. Confío en que esta muestra de vacilación, te confirme que a pesar de los años sigo siendo la misma. Un poco menos torpe y quizás un poco más “adulta”, pero exactamente la misma. Aburrida, sínica, irónica y a pesar de toda esa mierda, la chica optimista que conociste en la escuela primaria. Por supuesto que con su optimismo bien escondido, un optimismo que podría tacharse de falta de interés si no se lo viera con detenimiento.
Vaya, parece hace tanto tiempo. Teníamos, ¿cuántos? ¿nueve, diez años? El tiempo sí que pasa volando, más cuando te apartas para echarle una mirada analítica.
Todavía me acuerdo la primera vez que te vi y la primera vez que te mandé al diablo, no habría que hacer distinciones, puesto que ambas primeras veces fueron las mismas. Fui un poco osca contigo, lo fui con todos. Eso de estar en una escuela nueva con treinta y cinco desconocidos que fingían amistad, me chocaba. Ya lo sabes, soy bastante antisocial y tú para nada. Eras demasiado social y por eso te detestaba, por eso ponía una barrera entre nosotros siempre que me tocaba alguna actividad contigo. Eras tan despreciablemente amable, que me cosquillaba la mano siempre que te veía. Vas a pensar que es estúpido, pero siempre quería borrarte de una bofetada esa sonrisa de mierda que tenías.
Si en ese entonces hubiese sabido lo que se escondía tras esa sonrisa, realmente me habría replanteado eso de golpearte. Vaya, si hubiese sabido todo lo que tenías para contarme cuando te acercabas a mí, realmente me habría quedado esperándote. Pero no lo sabía, en ese entonces me parecías un niño de diez años que disfrutaba siendo quien era.
Nadie dudaría de eso, la actuación se te daba tan bien y a tan corta edad que aún me sorprende. Pero quizás, quizás y no se te daba tan bien como en ese tiempo me figuraba.
Todavía está muy viva en mi cabeza aquella ocasión que en educación física, los demás niños te atacaron a golpes fuertes con todas las pelotas del equipo de Handball. No había entendido la razón, pero te recuerdo sentado en el borde de la acera un rato más tarde, sosteniendo tu cabeza entre tus manos. A ti como a mí, nadie nos iba a recoger cuando terminaba el día de escuela. Siempre esperábamos el bus juntos y yo pasaba de ti, como si fueses una insignificante partícula en mi espectacular mundo privado. Privado de partículas felices, como lo eras tú por supuesto.
Pero aquella vez, bueno me fue imposible no mirarte y sentir una bienvenida dosis de alegría. Finalmente te sentías miserable y yo me regodeaba en tu miseria, pensaba que el niño feliz había mordido el polvo del modo más literal existente.
Cuando me atrapaste mirándote y tus ojos verdes se fijaron en los míos, vi una parte de ti que me desarmó. Y me hiciste sentir tan mal con mis anteriores pensamientos, al punto que quise disculparme solo por haberlos tenido. Solo por haber disfrutado el show que montaron los otros niños a costas tuyas. Te sangraba la nariz y tenías el ojo izquierdo levemente hinchado, ellos no habían tenido consideraciones. Te habían golpeado con todas sus fuerzas y se habían desquitado por motivos que me eran ajenos, pero que aun así me fastidiaban.
Vivías a dos cuadras de mi casa y nunca antes habíamos hablado, a excepción de esos primeros días de clases en los cuales quisiste acercarte a mí. Aquella tarde te acompañé hasta la puerta de tu hogar, no sin antes asegurarme que estarías bien. Fuiste escueto en tus respuestas y no me sonreíste, fue la primera vez que me mostraste al verdadero tú. Y me agradó.
Desde ese día me encargué de que siempre fuéramos y regresáramos juntos, siempre riendo, contándonos estupideces y jactándonos de nuestra inteligencia. Te volviste en un abrir y cerrar de ojos una parte vital de mi mundo, de mi día a día. Me gustaba llevarte de acá para allá, presumirte a todo el que me preguntara. Porque eras mi amigo, súper inteligente, súper guapo y súper en todos los sentidos que alcanzaba esa palabra.

Era tan molesto cuando alguien te tomaba como objeto de burla, yo me repetía que era envidia. Porque nadie podía llegar a ser ni la mitad de lo que tú eras. Cuando oía a alguien murmurar cosas de tu persona, rápidamente me les plantaba enfrente y los instaba a repetirlo. Supongo que mi aire de chica mala y oscura, ayudaba a que esos idiotas se tragaran sus palabras. Pronto los dos comenzamos a tener apodos, apodos que me fastidiaban sobremanera. Tú solo te reías y me decías que los ignorara. Pero no podía y cada vez que me proponía hacerlos tragarse sus palabras, solo reforzaba las estupideces que decían de mí. Mi poco compromiso hacia mí misma, mi propio desinterés hacia los chicos solo le daban más material para burlarse.
Pero a ti te daba lo mismo, me querías como era y yo a ti. Era esa clase de amor incondicional que se encuentra pocas veces en la vida. Y conforme los años iban pasando, parecía que nuestro vínculo se hacía más y más estrecho.
En aquellos tiempos no te lo dije, pero jamás habría terminado la escuela secundaria de no ser por ti. Tenía amigas, claro, porque tú me las presentabas. Eran amigas tuyas y por defecto, se volvían cercanas a mí. Me divertía escucharlas especular acerca de nosotros, nadie creía que una amistad tan larga solo fuese amistad. Pero lo era, a pesar de todas esas personas que juraban y perjuraban que salíamos juntos, nosotros sabíamos la verdad.
Sabíamos que yo era la persona que llevabas a tu casa, la que le presentabas a esos pocos amigos hombres que te fuiste granjeando con el tiempo, era esa que te proporcionaba una buena excusa.
Como si estuvieras haciendo caridad, habías logrado ablandar la indomable actitud de la chica antisocial. Mierda, hasta parecías un caballero en tu brillante armadura.
Si ellos supieran…

Pero no lo dudes, sí fuiste mi caballero. Nunca me había sentido más querida que contigo a mi lado. Por eso sufría siempre que alguien te notaba diferente, por eso volvía a enfundarme en mi traje de protectora y gritaba a quien se sea: que tú eras tan normal como cualquiera.
Te hacía tanto daño entonces, era tan hipócrita. Tratando de defenderte de algo que no querías que te defendieran, de algo que no debía ser un símbolo de vergüenza. Pero ocultándote, te lastimaba más yo que esos idiotas descerebrados. ¿Me disculpas por eso?
Era una adolescente, mi sentido de lo bueno y lo malo estaba más apegado a lo que me decían mis padres, la sociedad o no sé… lo que aprendía de segunda mano. Jamás me detuve en serio a pensar si lo que tú representabas para mí, era bueno o malo. Porque si lo hacía, entonces tendría que haberlo detenido todo para decirte que te comportaras como lo que se esperaba que fueras.
Maldición, ¿qué tan obtuso se puede ser en una sola vida?
Pero es que te quería tanto, mi deseo era que fueses siempre el chico alegre. Se me desmigajaba el corazón las veces que te encontraba en alguna esquina oculta de ojos maliciosos. Llorabas en silencio, te retorcías con las dolencias de cargar tus oscuros tormentos. Y cuando me veías allí esperándote, te limpiabas las lágrimas, me sonreías y me decías que todo iba a estar bien.
¿Pero cómo podía ser eso cierto? Mientras más grandes nos hacíamos, más nos hundíamos en nuestras propias mentiras. Todo se volvía difícil de ocultar, la gente ya no podía ignorar tu porte o tus extravagantes maneras de hablar. A pocos se le pasaba por alto el hecho de que combinaras tus ropas incluso mejor que yo, pero nos manteníamos firmes.
“Él es más hombre que cualquiera de todos ustedes juntos”
Era mi frase predilecta, la había soltado con tanta frecuencia que hasta hubo un tiempo en que me la creí.
A veces tenía el efecto de aplacar las críticas y las burlas, a veces solo las incrementaba.

Teníamos diecisiete años, me habías confesado que te gustaba un chico del otro curso. Estabas casi seguro que te correspondería, habían hablado en varias ocasiones y parecía tener el mismo interés que tú tenías. La decisión estaba tomada, pensabas desplegar tu estrategia un día jueves después de educación física. Clase que por descontado, todos los chicos de mismo curso compartían.
Ese día yo no tenía clase hasta tarde, pero me había ido a lo de mi amiga para poder esperarte. Ya sabes, la promesa de regresar siempre juntos estaba vigente. Así que te esperé por largo rato sentada en la puerta del club, poco a poco los chicos fueron saliendo. Algunos riendo, otro conversando casualmente, casi ninguno dirigiéndome la mirada.
Pasaron diez minutos luego de verlo salir a él con sus demás compañeros, no había señales de ti. Mi paciencia estaba colmada y solo quería ir a los vestidores, para arrastrarte ya sea que aún estuvieses desnudo. Pero tenía más sensatez que eso, por lo que seguí esperando.
Media hora en la que no pasó mucho más de nada, tomé la decisión de entrar en el club, directo a los vestidores de los chicos. Te encontré. Estabas acurrucado junto a uno de los casilleros, lágrimas gruesas surcaban caminos en tus magulladas mejillas. Tus ojos verdes perdidos tras un velo de sangre y dolor, tus manos temblorosas, tu cabeza con cortes en distintas partes. Me arrodillé a tu lado, para tomarte entre mis brazos. Estabas frágil, jamás en mi vida había esperado verte de ese modo. Eras un ovillo de perdición, eras el mismo niño de diez años que en la parada del bus se ganó mi corazón.
Llevabas tu camiseta blanca para hacer gimnasia, toda manchada con sangre y en la parte frontal tenías escritas palabras con las que siempre habían buscado humillarte. Sentía tanta rabia, quería saltar en mis dos pies y degollar a todos esos hijos de puta. Pero no me dejaste, me diste tu sonrisa afable a pesar del dolor que inundaba tus ojos con ese simple gesto, me dijiste que todo estaría bien.
Ambos sabíamos que no lo iba a estar, ambos sabíamos que esto no lo íbamos a poder ocultar. Que tus padres preguntarían, que la malicia de los chicos se extendería. Y que en contados días sería de dominio público tu condición.
“Me importa un bledo” te dije. Porque estaba decidida a pararme a tu lado sea como fuese, estaba lista para soportar las bofetadas que llegarían desde todos los ángulos.

Sí que pasamos muchas cosas juntos, ¿cierto? Cuando pienso en cada segundo, cada instante, cada sonrisa secreta que compartíamos. No lo sé, todavía tienes el efecto de hacerme sonreír como idiota. Eres contagioso, ¿lo sabes? Claro que sí, te lo dije ciento de veces.
Por eso aquí estoy, porque creo que debes recordar nuestra promesa. Porque sabes que esperaré el tiempo que sea necesario, para que vayamos a casa juntos.
Dime entonces, ¿me escuchas ahí? ¿te encuentras feliz? ¿sigues sonriendo de esa forma tan cursi? ¿ya encontraste a tu hombre ideal? Es igual al que yo quería, ¿cierto? Siempre dijiste que me robarías a mi novio, sin importar sus inclinaciones sexuales. Dudo mucho que pudieras, mi hombre ideal tenía que amarme sino dejaría de ser ideal. Pero, ¿sabes? Estoy dispuesta a cedértelo, si eso te ayuda a borrar esa nota de amargura en tu rostro.
Vamos, amigo mío, regálame una sonrisa. Róbame el corazón como hace tantos años, prométeme que tendrás un futuro esplendido a pesar de mí. No seas cobarde no necesitas que te siga protegiendo, lo harás muy bien confío en eso.
Ahora descansa, sigue durmiendo. Cuando despiertes sabrás de lo ocurrido, fue algo que estuvo más allá de mi control, espero lo comprendas. Sentí la necesidad de decirte adiós, sentí el anhelo de un último abrazo.
Recuerda cariño que te estaré esperando, tómate todo el tiempo del mundo que no me iré a ningún lado. Prometo permanecer muy cerca, para que cuando tu destino te reclame finalmente, yo sea esa que te guíe de la mano. 



miércoles, 12 de junio de 2013

¡Premio!

Bueno, premio doble… en realidad es el mismo premio pero fui nominada por dos blogs distintos. Agradezco mucho que me tuvieran en cuenta, las chicas de El Club Escarlata y del blog El Buscasueños. Aquí las respuestas para ambos y también las reglas del premio. Creo que no conozco tantos blogs como para nominar, pero voy a hacer mi mejor esfuerzo.

-Nombrar y agradecer el premio a la persona/ blog que ha concedido la nominación.
-Hacerte seguidor de alguna manera del blog.
-Responder a las 11 preguntas que te hace.
-Conceder el premio a 11 blogs que te gusten, que acaben de empezar, que tengan pocos seguidores… 
-Hacer 11 nuevas preguntas a quienes son premiados.
-Informar del premio a cada uno de los blogs que nomines.


1. Dime un libro que aborrezcas.
La hora del ángel, Anne Rice. 

2. ¿Capítulos largos o cortos?
Largos.

3. ¿Qué te gusta más de tu blog?
Mmmm no sé, hacer reseñas supongo. Y las gotitas de agua xD

4. Si te fueras a una isla desierta, ¿qué tres libros te llevarías?
Mmm qué difícil… Mi libro de la infancia de Héroes Medievales, La Divina comedia (nunca es tarde para intentar entenderlo, nada mejor que en una isla desierta) y… supongo que… me llevaría Ella, que todo lo tuvo.

5. ¿Qué te gustaría encontrar en un blog cuando lo visitas?
Bueno ortografía, no importa mucho qué diga siempre y cuando lo haga correctamente. Todo lo demás es aceptable.

6. ¿Mc Donald's o Burger King?
Mc Donald´s

7. ¿Escuchas música cuando escribes o lees? ¿De qué tipo?
Solo cuando una canción me inspira alguna escena, sino no. Me distrae, tanto de la lectura como de la escritura.

8. ¿Qué película has visto por lo menos tres veces?
Bridget Jones, entre otras.

9. Tu serie favorita.
Charmed y Supernatural.

10. ¿Repites mucho alguna palabra o frase? ¿Cuál?
Mi frase no es algo permitido para menores, en cuanto a palabra repito muchas y normalmente son inventadas por mí, o por algún amigo boludo.

11. Pide un deseo.
Publicar un libro alguna vez.

1. ¿Cuánto tiempo lleva abierto tu blog?
Tiene 3 años.

2. ¿Por qué creaste un blog? ¿Y cuáles son tus expectativas?
En aquel tiempo quería mostrar lo que podía escribir, lo empecé a usar como un modo de dar a conocer mis escritos. Después lo empecé a usar como un modo de dar mi opinión sobre las cosas que leía. No hay expectativas, simplemente me gusta escribir.

3. Recomiéndame un par de libros.
Recomiendo libros de Andahazi porque me gusta, Bucay y Benedetti, todavía ninguno de esos tres autores me ha decepcionado. Aunque no he leído tanto como me gustaría de ellos.

4. ¿Qué piensas del fenómeno Best seller que está viviendo la erótica?
Me gusta, el sexo siempre se trata como un tema tabú y no veo una razón fuerte, como para que no se explore y se explote a través de la lectura. Ayuda a imaginar y eso, para personas con la edad adecuada, tiende a ser positivo.

5. Últimamente nos han llegado noticias de que el farm lit es la nueva moda, una literatura parecida al chik lit pero con cambio de escenario: de la ciudad al campo. ¿Te parece qué puede tener éxito? ¿Te atrae la idea de leer este nuevo género?
No tenía idea de esto, pero… me leí algunas historias donde el foco estaba en el campo y eran buenas. Pero no tiene mucho que ver el escenario, sino el modo en que se lo presenta, si el autor/a no escribe bien pues no importa mucho dónde coloque a sus personajes.

6. ¿Con qué personaje de algún libro te identificarías?
Sherlock Holmes, pero solo por decir algo al aire xDDD

7. ¿En qué libro te gustaría que se basaran para hacer una película?
Mmmm no sé, no me gusta tanto la cuestión de peliculear los libros… tampoco me jode, pero no sé la verdad.  

8. Debido al impulso de la erótica, las editoriales están apostando por un nuevo género +16 al que llaman juvenil erótica. ¿Crees que es buena idea subir de tono los libros juveniles o es mejor seguir censurándolos?
No creo que sea muy bueno eso, se logran estupendos libros sin necesidad de cargarlos de sexo. Si bien el sexo vende, hay que saber bien a quién venderlo.

9. ¿Qué crees que es esencial para que un blog tenga éxito?
Ser constante y responder las dudas, preguntas o sugerencias de las personas que te visitan.

10. ¿Que te gustaría transmitir a tus lectores?
El amor por los libros.

11. ¿Prefieres el humor o la seriedad a la hora de leer en un blog?
El humor, la seriedad está bien para el trabajo y la escuela, no para relajarse y tratar de conectar con los demás. 

Bien mis nominados son:

Y bueno pueden responder si quieren.
1-¿Por qué creaste un blog? ¿Y cuáles son tus expectativas?
2-¿Cuántos libros lees por mes?
3-¿Separas de tu presupuesto mensual o anual, dinero para libros?
4-¿Con qué personaje de algún libro te identificarías?
5- Los tres peores libros que leíste en tu vida.
6- Los tres mejores.
7-¿Prefieres clásicos o incursionas en cosas nuevas y aún no conocidas?
8- Es verdad que quien no sabe escribir crítica.
9-Género al que le tienes ganas, pero aún no te animas a encarar.
10-¿Crees que lo erótico es lectura solo para mujeres?
11- Recomiéndame una pregunta y responde como te guste, hasta diez pienso… once es demasiado para mí. 

sábado, 8 de junio de 2013

Rasguños en la Puerta

Llego con una nueva reseña, espero que todos estén bien y nada… solo gracias a Ebook Tours y a la autora, por el ejemplar. xDD


Autora: Melisa S. Ramonda
Páginas: 740 (PDF) 647 (EPUB)

Sinopsis:
Después de un accidente en el que pierde a su marido y a su bebé por nacer, la joven periodista Johanna Miller se retira a un sitio apartado en los Apalaches, buscando la paz que le falta a su mente. Una noche fría en su solitario aislamiento, Johanna oye unos extraños rasguños en la puerta de su casa. Es un pequeño niño-lobo, sucio y helado de frío, quien con sus lágrimas la convence de ir al bosque, a buscar a su padre malherido y su hermanita bebé.
Aún en su estupefacción, ella toma una importantísima decisión: ayudar.

Nikolai, una vez el hijo de un famoso millonario ruso, tiene pocas alternativas. En lugar de terminar con su vida y la de su familia, Johanna decidió darles asilo y comida. Pero, ¿Puede confiar en ella? Sus hijos necesitan refugio, cuidados. Él necesita un lugar dónde esconderse y curar sus heridas. Es un hombre-lobo, y toda su casta, aunque es pequeña y muy joven, se encuentra en riesgo. 
Sus enemigos no son ordinarios. Tampoco se detendrán hasta destruir todo lo relacionado con él. 
Una historia donde los lazos del compromiso, la amistad y la familia se mezclan en un mundo nuevo, oculto a los ojos de la gente ordinaria. El mundo al que Johanna Miller ha tenido el honor de entrar.

Reseña:
Bien, acabo de cerrar el archivo de esta historia así que vengo como entusiasmada por escribir la reseña. Tengo por costumbre armar un pequeño resumen de qué va la cuestión, pero la sinopsis en este caso es más que clara.
Así que tenemos a nuestra joven reportera/escritora Johanna Miller (Han, para los amigos), que como bien dice más arriba sufre una pérdida bastante significativa. Cuando una noche cualquiera; Mirko, un pequeño y encantador niño-lobo golpea (rasguña) su puerta y la mete de buenas a primeras en este universo tan emocionante.
Bueno,  Johanna decide prestarle su ayuda al niño, lo cual a mi parecer se dio de un modo muy particular. Pues obviamente no es nada común que un pequeño cachorro lobo/humano, te llame en plena noche pidiendo ayuda. Y claro, Johanna tiene las reacciones propias de una persona que pueda encontrarse en esa situación. A decir verdad, a lo largo de la historia Johanna tiene esa actitud con todo lo que respecta el “mundo lobo” y creo que es algo muy destacable del libro. La manera en que la autora fue fiel a los tiempos de adaptación de sus personajes, es algo que me agradó y mucho. En fin, Mirko le pide ayuda y esto deviene en darles asilo al padre del niño, Nikolai (Lai) y a su pequeña hija Shasha. Desde el primer momento en que el lobo blanco llega a la casa de Johanna, todo se empieza a revolucionar para la joven. Quien básicamente tendrá sentimientos encontrados, al ver la dependencia que desarrollan los niños hacia ella y la extraña necesidad que se despierta en ella misma hacia esos seres.

La verdad es que estoy fracasando notoriamente en esto de resumir un poco la historia, porque simplemente me dan ganas de spoilear todo. Es complicado hablar de los por menores y los detalles que van hilando la trama, y a la vez no revelar más de la cuenta. Así que dejando de lado más o menos mi pseudo resumen, vamos a las apreciaciones generales y más técnicas.
La historia está escrita en primera persona, más bien uno va notando que son los recuerdos de Johanna de la situación y no el relato del momento. Se desarrolla a un ritmo muy ameno, si bien tiene sus hojas—setecientas y pico, si mal no recuerdo—no es un libro pesado en lo absoluto. La agilidad, la simpleza y la precisión, a veces acertada y a veces no tan acertada de la autora, hacen que el lector vuele por las páginas. ¿A qué me refiero con “no tan acertadas”? Pues me encontraba con algunos detalles que no sumaban mucho al desarrollo de tanto en tanto, en ocasiones incluso trababan un poco el avance. No digo que esto disminuya la calidad del escrito, pero hay detalles de lo que se podría prescindir y aún así seguiría siendo un buen relato.
Lo primero que me llamó la atención de esta novela, fue la dedicatoria (o agradecimientos, no estoy segura) en donde la autora ponía como dicho así de paso: que había leído muchas historias de hombres-lobo y ninguna había sido lo que esperaba (parafraseado según me acuerdo). A partir de esa frase captó mi atención casi irremediablemente y después me fue simplemente imposible despegarme de la lectura.
En lo que respecta a la escritura en sí, pues debo decir que es muy limpia. La verdad es que faltas de ortografía, si había eran nimias y honestamente no me acuerdo haber visto. Lo que si pude notar es que llegando a los últimos capítulos, los “dedazos” accidentales eran más notorios. Pero hay que tener en cuenta que es una historia autopublicada, autoeditada y no creo que sea simple editar un texto tan cargado.

Ahora llevando mi atención a los personajes, obviamente al tener la historia servida y presentada por Johanna, ella es a la que más conocemos en profundidad. Tenemos claro sus sentimientos, incluso cuando parece que ni ella los tiene. ¿Me habría gustado un vistazo desde la posición de Lai (sí, ya le tomé esa confianza)? Sí y no, en parte por el mero morbo de querer saber qué rayos pasaba por su cabeza. Pero lo lindo de haberlo percibido todo desde los ojos de Johanna, es que hacía sentir de algún modo que uno mismo se estaba sumergiendo en lo desconocido. Y esto le brindaba cierto carácter de posibilidad a la trama, pues hacía que (al menos en mi caso) fuese mucho más sencillo congeniar con los hombres-lobo. Los conocíamos desde nuestra posición de humanos corrientes, desde la posición de Johanna de humana corriente y eso para mí estuvo bien. Cuando se hacen las descripciones de los gestos de Lai o de Mirko, la verdad es que me fascinaba. Yo podía hacerme toda la imagen en la cabeza, mientras Lai olfateaba o cuando movía sus orejas siguiendo un sonido. Debo decir que esos instantes en donde Johanna descubría las particularidades de ellos, fueron tan detallados que hacían sentir a uno como a un niño curioso y expectante.

No creo que sea necesario decir que la historia me gustó mucho, claro mencioné algunas cosillas que podrían obviarse. Así como si me pongo muy exigente, también le podría señalar a la autora que debe cuidar su modo de puntuar al momento de los diálogos. Esas son fallitas, las cuales debería revisar, pero las mismas que no hacen ningún daño al contenido. Me gustó por la trama, por el desarrollo, por el tiempo, por el realismo y por sus personajes, me gustó el mensaje general que transmite. La verdad es que me gustó, así que es muy recomendable. Mis felicitaciones para la autora, porque se ha currado una muy buena historia.


Saludos y hasta la próxima. Tammy. 

martes, 28 de mayo de 2013

Sangre Enamorada


Entonces… después de un tiempo de andar pateando mis reseñas, me cargué de valor para comenzar con todos estos libros que tenía colgados.



Autora: Natalia Hatt.
Goodreads
Páginas: 266. 
Primer libro de una saga.

Sinopsis:
El mundo de Alejandra cambia completamente cuando en su vida aparece un apuesto vampiro europeo llamado Nikolav, quien la reclamará como suya. Ella pronto se verá involucrada en aventuras que jamás hubiera imaginado vivir, y descubrirá que nunca fue lo que siempre creyó ser… y que el amor de su vida puede, a su vez, ser su peor enemigo. 
Una nueva y oscura guerra está por comenzar, y Alejandra deberá decidir de qué lado estar.

Reseña:
Vamos a lo que venimos, hoy les tengo una historia de vampiros. En el pasado podría haberme puesto a saltar en una pata con la sola idea de tener vampiros en una historia, hoy en día ya no tanto. Pero me anoté en este tour, porque la portada está bonita y todavía tengo una debilidad inusual hacia estos seres colmilludos.
En fin, pongámonos en situación. La historia trata de Alejandra, una jovencita argentina dark. Honestamente que fuera o no dark me parece casi relevante, el hecho de que vistiera de negro no determinaba precisamente su forma de ser o su actitud. No que piense que los darks deben ser personas oscuras, hoscas y agresivas, pero… la personalidad en esta chica se echaba en falta.
Alejandra un día va viajando en colectivo (autobús, bus o como le digan en vuestros países) y se topa con este chico enigmáticamente delicioso, que vive cruzando la calle. Válgame, esta chica se había sacado la lotería.
Nikolav, es un vampiro y esto no es ningún spoiler. Lindo, atrayente, de ojos azules como el hielo y con acento. O sea, el paquete completo. Así que se encuentran en un colectivo, y creo que no pasa mucho tiempo hasta que tienen su primer encuentro sexual, del cual Alejandra no va a recordar nada. A lo largo de toda la historia, la condición amnésica de Alejandra es casi constante. Nikolav todo el tiempo la está controlando para que haga su voluntad, se la lleva a otro país, a otro plano e incluso consigue que se comprometan.
Y si bien todo esto suena como un resumen de la historia completa, la verdad es que solo relaté lo que ocurre en las cuarenta primeras páginas.
¿A qué voy con esto? Bien, Sangre Enamorada es un libro que corre… lleva al lector de un escenario a otro, de una emoción a otra en espacios muy reducidos. Por supuesto, luego hay guerras, magia, pinturas, planos y muchas otras cuestiones que hacen llevadera la lectura. Pero, no soy partidaria de correr a través de las páginas sintiendo que al final no me enteré de nada. A decir verdad, eso sería exagerar, sí me enteré de lo que pasaba; pero pasó tan rápido que no pude quedarme con una impresión fuerte.
¿Me encariñé con Nikolav? Mmm… no mucho. ¿Me creí las reacciones de Alejandra? Poco y nada… ¿El amor que se anuncia desde la sinopsis? Sinceramente, solo lo vi esbozado.

Ahora bien, me parece justo remarcar por qué las cosas no me terminaron de cerrar. Y la mejor forma que se me ocurre es recurriendo a los ejemplos. (Aviso de pequeño spoiler)

“Alejandra estaba sumida en lágrimas cuando llegó a ese punto de la historia que, sin darse cuenta, había leído de corrido. Ya debía ser muy tarde. Tan sólo le faltaban unas páginas más, pero decidió que las leería el día siguiente. Cerró el libro y lo guardó en el fondo de un cajón con ropa para que nadie lo descubriera. Luego, se durmió plácidamente.” (Cita; capítulo 4, pág. 86.)

A ver, a ver, a ver… Alejandra estaba llorando por lo que había descubierto, porque ¡válgame, Dios! No todos los días una se topa con un libro que prácticamente te vaticina el futuro. Y luego sin más, tras una ardua noche de lectura, ¿se va a dormir plácidamente?
Cuestiones como estas se suceden a lo largo de la historia y hace que las cosas, por más mágicas que sean, suenen inverosímiles. Está genial que se busque hacer una lectura sencilla, fluida y rápida, pero que eso no afecte la credibilidad de lo que se dice. Una no puede estar llorando por lo descubierto y al segundo siguiente dormirse. Así como tampoco pueden enterarse de la desaparición de alguien y olvidarse de ello a los dos minutos.

Pero bueno, dejando aquellos detalles de lado… que en verdad pienso, deben ser revisados. El libro tiene otras cuestiones que no me terminaron de cerrar. La narración es simple, cierto, pero me ha hecho pensar que le faltaba trabajo. No cuestiono el hecho de que a veces uno se repita de tanto en tanto, son cosas que pasan cuando se escribe. Al querer plasmarlo todo en el momento, se suelen cometer redundancias y uno no está concentrado en buscar sinónimos o tal… El problema que veo, es que esas cosas se arreglan cuando te pones a editar la historia. Y ya que ésta es una novela autopublicada, el trabajo de revisión debe ser bastante minucioso. Desafortunadamente, he encontrado muchas redundancias que a veces iban una detrás de otra.  

El placer de ambos no podría describirse con palabras. Alejandra ni siquiera sintió el más mínimo dolor cuando Nikolav clavó sus colmillos en su suave cuello; pero lo que sí sintió fue cuando él hizo una unión más completa, más plena, algo imposible de explicar con palabras.” (Cita; capítulo 5, pág. 104)

Habiendo resaltado las cosas que no fueron del todo positivas en esta historia, vayamos a lo que me gustó más. Como en otra novela que leí de ésta autora, la base sobre la que se plantea todo es muy interesante. Llama la atención como Natalia, arma un mundo tan completo y detallado para sus personajes. Eso es algo que vale la pena remarcar, la autora crea mitos (o pequeñas historias) que complementan la trama principal. Esto le da ciertos giros que mantiene la atención del lector.
Me habría gustado que se ahondara más en los sentimientos de los personajes, me habría gustado más de los secundarios (Lilum por ejemplo), me habría gustado más lucha por parte de Alejandra. Todo el tiempo se la nota tan sumisa y complaciente, o sea por más enamorada que este de Nikolav también merece su parte de amor propio. Algo que a mi parecer falló.
En resumen, Sangre Enamorada es otra historia de vampiros con una variación que honestamente me agradó. Tiene una base buena, pero le falta trabajo y profundidad, hay una gran imaginación por parte de la autora solo que debe transmitirle más realismo a sus personajes. Cuando se logra combinar personajes realistas con una trama cargada, entonces sin duda sos capaz de hacer algo de magia.

Por esto y mucho más, hoy le dejo esta puntuación. 


Es todo por hoy, saludos.
Gracias a Ebook tours y a la autora por el ejemplar.

Tammy.