viernes, 5 de julio de 2013

El Paraíso.

Este es de mis textos perturbados que salen de tanto en tanto... xDD

__________________________
El paraíso.

¡No llores! ¿Acaso eso te sirvió las veces anteriores?
¡Soporta! Lo sé y lo sabes, mientras menos lo pienses más rápido se acabara.
Cierra los ojos, cierra la boca, cierra… ¡maldición cierra todo! ¿Puedes cerrar el alma? ¿Esa parte se bloquea de alguna forma?
Sé que la mente puede bloquearse con algún método de concentración, lo hemos visto en la televisión, ¿recuerdas? Había hombres que podían secar ropa con el calor de su cuerpo, sólo debían concentrarse en hacerlo. Si ellos pudieron, ¿por qué tú no? Debes abstraer tu mente, separarla de tu cuerpo o algo por el estilo. No recuerdo muy bien como iba la cosa, pero tú seguramente sí. Deberías haberle puesto atención, sabiendo que algo así podría serte útil en un momento como este. Es decir, tu vida de mierda debe haberte dejado mínimamente una lección. Tú mejor que nadie sabes que esto se repite en todas las ocasiones, a veces no con tanta fuerza, a veces con más fuerza de la que estás dispuesta  a soportar.
Aunque eres bien débil, no soportas mucho, si es que te interesa saberlo. He visto otras que no lloriquean tanto como tú, que saben manejar los métodos de concentración. Bien, bien… no es tu culpa, voy a concederte eso. Digamos que fue culpa de la situación, es genial siempre poder culpar a la situación.
La situación me llevó a este lugar, la situación me dejó sin dinero, la situación me convirtió en un desecho de la sociedad. La situación, la situación, la situación. ¿Por qué no? Quizás tengas razón en eso.
A mí la situación me ha llevado por lugares bastante inhóspitos. El simple hecho de que tú estés aquí y yo mirándote lo dice todo. Mi situación sin duda alguna, ha sido mejor que la tuya. No creas que no la tuve difícil, no pienses que un día abrí los ojos y decidí ser lo que soy. Supongo que en tu caso es lo mismo, digo no todos piensan arruinar su vida y caer lo más bajo posible. Dudo que uno siendo pequeño se ponga esa clase de metas. Quizás un niño bastante perturbado, pero incluso entonces buscaría ser policía a ser lo que tú eres.
¡Espera! No me estoy riendo de ti, no te estoy desmereciendo. Pienso que hay que tener agallas para ser tú, y quizás tener baja autoestima.
Sí, sin duda tener baja autoestima debe ser una condición. Las personas que se quieren a sí mismas, no se andan por estos lugares ¿verdad?
¿Qué tú te quieres? ¿En serio? ¡No lo habría creído!
En verdad, esto me deja anonadado. Digo, sí eres muy bonita, nadie dudaría eso. Pero de ahí a quererte, puf hay un gran trecho.
Insisto, no me estoy riendo de ti. Aunque no niegues que la idea es mortalmente hilarante, mírate donde estás, ahora mírame a mí. ¿Notas la diferencia? ¿Ves quién está en la cima y quién en la ruina? Claro, por supuesto que lo ves. No eres tonta, esa es una de tus cualidades más interesantes. Contigo se puede discutir mientras… ¡Wou! ¡Quieta!
Eso no era necesario, realmente no te comprendo. Querías esto, me lo rogaste. ¿No me lo rogaste? Mierda, quizás escuché una conversación diferente o quizás simplemente no tenía ganas de escucharte. Digo, ¿por qué iba a escucharte? ¿qué diablos podrías decirme de importante? ¡Tú! La mujer que se quiere.
Vaya, creo que nunca me había divertido tanto como hoy. Mira que me sales con cada cosa, que hasta me has dado ganas de…
No me hagas mucho caso, a eso llegaremos en breve. Ahora estoy pensando en la otra cuestión… ¿me lo pediste o no? Ya no lo recuerdo. Bien, quizás yo te lo pedí a ti, eso tiene mayor sentido ¿no?  
Es que cuando te vi, no pude evitar acercarme. Me fascinaron tus ojos, ¿qué pensabas que iba a decir? Soy un poco romántico, puedo decirte que tus ojos son cautivadores. No que tu escote no haya captado mi atención, para ser sincero eso ocurrió exactamente dos segundos después de que viera tus ojos. Pero puedes estar segura de que los vi y me impactaron. Luego vi tus pechos y… madre eso me dejaron medio turbado. Ni hablar del resto de tu cuerpo, eres esculturalmente hermosa. En ese caso comprendo que te quieras, pero no sé si tu querer es apropiado.
Digo, si te quisieras realmente no me habrías aceptado ¿verdad? No me habrías llevado a tu cuarto y ciertamente no te me habrías entregado de la forma en que lo hiciste. No era necesario que me desplegaras ninguno de tus encantos, es más si te quedabas con toda la ropa puesta, aun así te habría adorado. No es lo que haces con tus labios, ni siquiera las maravillas que escondes entre tus piernas lo que me tiene así.
Creo que comprendo mejor la situación, sí, tu situación. Veo porque haces esto, lo veo ahora que estoy a tu lado. Tu cuerpo no fue hecho para estar oculto o restringido a un solo hombre, en serio lo entiendo. Debes compartir tu belleza con el resto de los mortales, cada centímetro de tu piel fue hecho para recibir caricias. Puedo asegurar que este fue tu propósito al haber nacido, eres la encargada de darle un poco de sentido a la vida insulsa de quien se detiene en tu sector.  Lo que haces, lo que das, lo que recibes. Oh, mi Dios… y solo por un módico precio uno consigue la llave a tu cielo. Y lo único que tienes que hacer es a abrirte a cada visitante, bastante simple tu labor.  
¿Qué? ¿No te gusta la palabra abrirte? No me tomes el pelo, si es exactamente eso lo que haces. Muy al estilo de las putas de los callejones, llevas la falda corta y nada debajo. Cuestión de hacer el negocio rápido y de ser posible en el mismo lugar. Trasportarse con un individuo requiere un cargo extra, aunque bastante justo a mi parecer.  
Imagínate que no hicieras esto, imagínate que no te hubiese encontrado en aquella esquina, que no hubiese detenido mi carro y que no hubiese visto esos ojos. ¿Puedes imaginarlo? Yo no, maldición sería horrible. No podría probarte, ni degustarte a mis anchas. Peor aún, no tendría mi bocado de paraíso.
¿Podrías por favor quedarte quieta? Estoy intentando algo aquí y si no quieres salir lastimada, lo mejor sería que no te agitaras como un pez lejos de su pecera. Eres encantadora, ahí toda indefensa, tratando de escapar de mí. Lo haces mucho más interesante ¿sabes? Mientras más hullas de mí, más ganas me darán de atraparte. Este es el juego, tú tienes el rol de esclava y entre tus deberes se encuentra el adorarme, respetarme y por sobre todas las cosas: ¡No contradecirme!
¡No llores! ¿Acaso eso te sirvió las veces anteriores? Ya estuvimos en este lugar, ya sabes lo que quiero de ti. Ah… ¿qué no eras tú? Vaya, yo y mi maldita memoria. Por supuesto que no eras tú, porque todas ustedes son distintas, aunque para mí eres tan putamente hermosa como la anterior. Sí, dije putamente, como que la palabra pega a la perfección ¿cierto?
¡Basta de charlas! Y córtala con las lágrimas de una condenada vez, deja de pedirme por favor. Eso jamás funciona, te lo aseguro.
“¡Por favor detente! ¡Por favor no puedo respirar! ¡Por favor, por favor…!” Y luego se quejan, cuando digo que son todas iguales.

¡He dicho que no llores! Pues debes saber que eso tampoco les sirvió a las anteriores. Nadie va a venir en tu rescate, a nadie le importa un bledo si estás o no estás. Siempre aparece una nueva para ocupar la báncate, así que por eso no te tienes que preocupar.
Además recuerda que he pagado por la noche completa y hoy mi dulce muñeca, puedo prometerte con honestidad que no seré el único en alcanzar el paraíso.   



No hay comentarios:

Publicar un comentario